Medicinafelina

En Madrid Este tenemos una máxima, y es que los gatos no son perros pequeños. El primer paso es garantizar los estándares de bienestar felino internacionales mediante:

• Instalaciones y medios diagnósticos adaptados a las particularidades de los felinos.
• Protocolos de manejo enfocados a minimizar su estrés, con sala de espera, consulta y hospitalización independientes para evitar en todo momento su contacto con los perros.
• Un equipo con amplia experiencia y formación específica en el campo de la medicina felina, conocedores y comprometidos con la sensibilidad y las particularidades de los gatos.

Otro aspecto fundamental es entender que los gatos no tienen las mismas enfermedades que los perros y que por tanto su prevención, diagnóstico y tratamiento no puede ser el mismo.

Según numerosas encuestas realizadas a propietarios de gatos, la primera causa para no llevar a su gato al veterinario es el estrés que le produce el viaje y su visita al hospital. Para evitarlo, hemos diseñado nuestro hospital para tu gato, pero es bueno que intentes adoptar una serie de pautas para mejorar este trámite:

1. Elegir un trasportín seguro, rígido, fácil de llevar, silencioso y con la tapa desmontable para poder explorar a tu gato dentro si no quiere salir.

2. Acostumbrarlo al trasportín. El objetivo es que lo asocie con experiencias positivas y quiera entrar de forma voluntaria cada vez que sea necesario. Es importante, desde el principio, colocarlo abierto en una zona en la que le guste descansar como si fuera un mueble más e introducirle una manta. Si a tu gato le gustan los juguetes o los premios, introdúcelos dentro del trasportín.

3. Si no lo has conseguido acostumbrar, puede ser interesante el día de la visita, ponerlo destapado en una habitación con pocos escondites y esperar a ver si quiere entrar por sí solo.

4. Rociar el trasportín y el coche con Feliway (análogo de la feromona facial felina) unos 30 minutos antes del viaje. Basta con una pulverización en cada esquina.

5. Durante el trayecto procura que no se mueva el trasportín. Ponlo en el suelo o bien sujétalo con el cinturón de seguridad. Puedes cubrirlo con una toalla para que no tenga estímulos visuales.

6. Identifica y comunícanos cualquier signo de estrés como vómitos, salivación excesiva, orina y/o heces en el trasportín, maullidos constantes, etc.

7. Cuando llegues a nuestro hospital, esperarás el mínimo tiempo posible en la sala de espera felina. Puedes depositar el transportín en una de nuestras estanterías en alto y taparlo con una de nuestras mantas para que se sienta más seguro (Tanto la sala de espera como la consulta y hospitalización tienen difusores Feliway)

8. Si a la vuelta a casa tienes más gatos, haz una reintroducción progresiva.

* Si a pesar de tomar estas precauciones, tu gato sigue estresándose en las visitas a nuestro centro, comunícanoslo para establecer un programa de modificación de conducta individualizado y prescribirle una medicación ansiolítica y/o antiemética.