Neumonía

¿En qué consiste?

La neumonía es una inflamación de los bronquios, que puede ser provocada por numerosas causas:

  • Infección bacteriana, primaria o secundaria a otro proceso
  • Neoplasia
  • Cuerpo extraño
  • Hongos, poco frecuente en nuestro país
  • Protozoos: Toxoplasmosis
  • Parásitos: Angiostrongylus Vasorum
  • Virus: virus del moquillo canino, coronavirus respiratorio canino, herpesvirus, calicivirus o coronavirus felino
  • Neumonía por aspiración, puede ser únicamente inflamatoria o también bacteriana
  • Inhalación de sustancias irritantes

 

¿Cómo la diagnosticamos?

Los síntomas más habituales son:

  • Tos
  • Taquipnea (aumento de la frecuencia respiratoria)
  • Secreción nasal
  • Fiebre
  • Decaimiento
  • Intolerancia al ejercicio
  • Posición ortopneica
  • Debilidad
  • Pérdida de apetito

 

Lo principal es realizar una anamnesis detallada, un buen examen físico y radiografías de tórax, siempre de 2 proyecciones, para asegurarnos bien de las regiones del pulmón afectadas. Por ejemplo, en el caso de las neumonías por aspiración veremos con mayor frecuencia afectación del lóbulo medio derecho, craneal derecho o parte caudal del craneal izquierdo. En las neumonías bacterias primarias suele estar afectados los lóbulos caudales pudiendo afectar a uno o más lóbulos.

 

Imagen 1. Neumonía por Aspiración. Radiografía lateral en la que se visualiza patrón alveolar y consolidación pulmonar.

 

Imagen 2. Neumonía por Megaesófago. En la radiografía se observa neumonía junto con dilatación del esófago.

 

Además, las radiografías seriadas junto con la clínica del paciente nos ayudará en la monitorización de la enfermedad.

En estos casos también deberemos realizar una analítica sanguínea para ver el estado general, valorando los glóbulos blancos, plaquetas, o glucosa.

Hoy en día, disponemos de otras técnicas diagnósticas que nos ayudan en la precisión de la caracterización de la neumonía. Por ejemplo, la tomografía computarizada (TC) nos ayuda cuando existe sospecha de cuerpo extraño, así podemos localizarlo y valorar su extracción mediante el uso de otras técnicas.

Imagen 3. TC de tórax. Se pueden observar 2 imágenes de tomografía computarizada del pulmón. Las flechas verdes señalan un cuerpo extraño compatible con una espiga, el cual está provocando inflamación en la zona, además de perforación pulmonar con neumotórax y efusión pleural.

 

También disponemos de la traquebroncoscopia, técnica de mínima invasión con la que podemos valorar la tráquea y el árbol bronquial, extraer determinados cuerpos extraños y tomar una muestra del líquido que se esta generando en los pulmones para su análisis, mediante la técnica de lavado broncoalveolar (BAL). De esta forma podremos realizar un cultivo y antibiograma para saber qué bacteria está provocando la infección y cuál es el antibiótico más adecuado.

 


Imagen 4. Broncoscopia. Imagen bronquial obtenida mediante broncoscopia para estudio y toma de muestra de secreción bronquial en un paciente con neumonía, obsérvese la vascularización de los bronquios, el color rojizo que nos indica inflamación y la secreción en la zona central de la imagen.

 

En el caso de los parásitos podemos realizar su diagnóstico mediante técnicas especiales de análisis de las heces como la Técnica de Baermann o midiendo anticuerpos frente a Angiostrongylus Vasorum ya sea mediante Snap rápido o en laboratorio.

¿Cuál es el mejor tratamiento?

Lo más importante es identificar la causa que esta provocando la neumonía para instaurar el tratamiento más adecuado.
En el caso de una neumonía bacteriana será necesario el uso de antibióticos sistémicos, comenzando con un tratamiento empírico que posteriormente se modificará en función de la evolución y los resultados del cultivo y antibiograma. Si se trata de una causa parasitaria utilizaremos antiparasitarios como el Fenbendazol.
Si se evidencia la existencia de un cuerpo extraño deberemos proceder a su extracción mediante broncoscopia o cirugía abierta según el caso.
Además, será necesario instaurar un tratamiento sintomático para disminuir los síntomas que presente el paciente, mediante hospitalización con fluidoterapia para favorecer una correcta hidratación y así la expulsión de la secreción, oxigenoterapia, broncodilatadores, antipiréticos, nebulizaciones o mucolíticos. Los antitusígenos no suelen ser recomendados dado que disminuyen la tos y por tanto, la expulsión de la secreciones pulmonares.

¿Qué complicaciones pueden aparecer?

Como complicaciones asociadas a una neumonía podemos encontrarnos septicemia, coagulación intravascular diseminada, fallo multiorgánico, piotórax, neumotórax, desarrollo de bullas pulmonares, etc.

Pronóstico

El pronóstico de la enfermedad dependerá de la causa y de la afectación. Pero es importante saber que aunque sea un cuadro leve la recuperación es larga y se deben seguir las pautas y controles veterinarios para conseguir una correcta recuperación y prevenir recaídas.

Cohn LA. Diseases of the pulmonary parenchyma. En: Ettinger SJ, Feldman EC, Côté E. Textbook of Veterinary internal medicine. 8º Missouri: Elsevier;2017.242:1108-1131.

Lappin MR, Blondeau J, Boothe D et al. Antimicrobial use Guidelines for Treatment of Respiratory Tract Disease in Dogs and Cats: Antimicrobial Guidelines Working Group of the International Society for Companion Animal Infectious Diseases. J Vet Intern Med 2017;31:279–294.

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