Hipertensión Pulmonar

Blanca Gómez, nuestra responsable del Servicio de Cardiología, nos explica la hipertensión pulmonar.

La hipertensión pulmonar se define como el aumento patológico de presión en las arterias pulmonares. Esto puede dañar la propia vasculatura, y causar falta de oxigenación de la sangre, lo que puede derivar en problemas respiratorios graves. Exiten 3 grados en función de su severidad: leve, moderada y grave.

Fuente: https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/enfermedades/hipertension-pulmonar)

Causas

Existen muchas causas de hipertensión pulmonar. En base a la patogenia se pueden dividir en dos grandes grupos:

  • Hipertensión pulmonar postcapilar: se produce por sobrecirculación pulmonar, normalmente asociado a problemas cardiacos de lado izquierdo tales como enfermedad degenerativa de válvula mitral, cardiomiopatía dilatada, conducto arterioso persistente u otras causas congénitas o adquiridas que aumenten la presión del atrio o ventrículo izquierdos. Esto produce aumento de circulación a su vez de las venas pulmonares, derivando en hipertensión pulmonar.
  • Hipertensión pulmonar precapilar: se engloban en este grupo todas las causas de hipertensión pulmonar no relacionadas con la sobrecirculación pulmonar. Se produce por un aumento de resistencia vascular pulmonar. Se incluyen tromboembolismos pulmonares, problemas respiratorios crónicos o los parásitos como la filaria.

 

Signos clínicos más frecuentes

Los signos de hipertensión pulmonar son inespecíficos en casos leves, pudiendo aparecer como intolerancia al ejercicio, toses esporádicas o refuerzo respiratorio en reposo. A menudo, es complicado diferenciar de otros problemas como dolor articular u otros problemas respiratorios, sobre todo en pacientes geriátricos. En casos de hipertensión pulmonar moderada o severa pueden aparecer signos clínicos más graves como distres respiratorio, síncopes o incluso cianosis. En el caso de la hipertensión pulmonar precapilar, aunque en un inicio el corazón no presente patología primaria, se puede desarrollar problemas como consecuencia de la propia hipertensión como ascitis, derrame pleural o arritmias.

Además, en hipertensión pulmonar postcapilar, se pueden dar problemas derivados de insuficiencia cardiaca izquierda como edema pulmonar de forma simultánea.

 

Diagnóstico

En medicina humana, el gold standar para el diagnóstico de la hipertensión pulmonar es la toma de presiones en el ventrículo derecho mediante cateterismo. En veterinaria, también podemos llevar a cabo esta técnica, pero al ser una prueba que requiere sedación se intentan realizar otras pruebas que pueden aproximar el diagnóstico con mucha precisión. La más accesible y precisa es la ecocardiografía, en la que vemos signos indirectos de hipertensión pulmonar como la regurgitación tricúspide, la insuficiencia pulmonar, la dilatación del tronco pulmonar.

Vídeo 1. Dilatación severa del tronco pulmonar e insuficiencia pulmonar severa asociadas a Hipertensión Pulmonar

Vídeo 2. Dilatación de cámaras derechas asociada a Hipertensión Pulmonar

Sin embargo, el reto diagnóstico a menudo se encuentra en la causa primaria. En muchas ocasiones se requiere pruebas complementarias como test de parásitos, pruebas endocrinas, o incluso pruebas bajo sedación como el TC.

 

Tratamiento

El tratamiento se basa en el uso de vasodilatadores pulmonares como el sildenafilo o el tadalafilo, con dosis variables en función de los síntomas. Asimismo, se debe tratar de forma simultánea la causa primaria de la hipertensión, lo que ayuda a un mejor pronóstico a medio-largo plazo.

 

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